No mostró su mejor versión, se salvó de una derrota y llega con un resultado más que positivo a la revancha en Núñez. La cara de Marcelo Gallardo al retirarse del Monumental “David Arellano” de Chile evidencia lo que sufrió River Plate en el empate contra Colo-Colo 1 a 1, por la ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Tras la goleada contra Atlético en la Liga Profesional, la previa tenía al “Millonario” como favorito a quedarse con el resultado. No obstante, el partido, que se caracterizó por la cautela y la estrategia, tuvo como amplio dominador al equipo de Jorge Almirón.
La primera mitad se fue desenvolviendo con pocas emociones hasta que, casi al cierre, se desató la acción decisiva. En una jugada de pelota parada a favor de River, Marcos “Huevo” Acuña, con su característico talento para ejecutar tiros libres, lanzó un centro preciso que encontró a Germán Pezzella.
El zaguero central, también campeón del mundo, no dudó y, con un remate que realizó prácticamente con la rodilla, puso el 1-0 en el marcador. Ese gol de conexión “Albiceleste”, que tuvo un poco de suspenso por la intervención del VAR, le permitió a Pezzella un desempeño extraordinario en muy poco tiempo. El defensor había retornado al club de Núñez hace apenas un mes y ya besó el escudo en la celebración. ¿Su último gol con la camiseta del “Millonario”? En la final de la Copa Sudamericana 2014 contra Atlético Nacional.
A pesar de la superioridad de River en cuanto a los nombres, Colo-Colo también tenía lo suyo y quedó evidenciado con el cambio radical en la dinámica del partido. El conjunto chileno, consciente de la necesidad de empatar, salió al campo con una actitud decidida y agresiva. A medida que avanzaban los minutos, el “Cacique” comenzó a presionar y a generar ocasiones más claras.
Su esfuerzo dio frutos cuando, en una brillante jugada colectiva, Carlos Palacios recibió un pase filtrado que lo dejó mano a mano con Franco Armani. El extremo, que había sido pretendido por Boca hace unos meses, no falló y, con un remate cruzado, igualó el partido.
El empate de Palacios fue celebrado con euforia por los fanáticos del “Cacique”, que chicanearon a River en la previa con una bandera relacionada al descenso. Si bien hubo una larga revisión del VAR con el árbitro Raphael Claus como protagonista, el gol de “La Joya” fue finalmente convalidado.
Tanto Gallardo como Almirón empezaron a mover las piezas, con tal de encontrar la ventaja.
“Encontramos un clima hostil de la gente porque tienen la ilusión de su equipo, pero se pasan de rosca. La organización debe tomar los recaudos. Nosotros nos enfocamos en jugar. La postura nuestra fue hacer nuestro partido. No tuvimos efectividad. Jugamos contra un buen equipo”, explicó Gallardo, que se quejó por los proyectiles recibidos por parte de la parcialidad chilena.
Lo cierto es que esa “violencia” también se trasladó al campo de juego. Miguel Borja pudo haber visto la roja tras un pisotón a Emiliano Amor, pero la decisión del árbitro fue mantener la calma.
En contraste, Paulo Díaz y Maximiliano Falcón (Colo-Colo) sí se marcharon al vestuario tras la doble amarilla por un forcejeo en el área.
Colo-Colo no aprovechó las chances que tuvo y deberá ir en búsqueda del milagro a Núñez. Por el lado de River, más allá de que sufrió más de la cuenta, el panorama parece más alentador en lo matemático.
Si bien tiene el superclásico en el medio, las entradas para la revancha están agotadas y el “Monumental”, que promete ser una caldera, puede jugar a su favor para pasar a las semifinales.